El hombre desde un principio fue capaz de instalarse donde estaba a su favor, cargó con este instinto de supervivencia y supo aprovechar lo que la naturaleza le ofrecía.
Un elemento esencial del desarrollo humano es el agua, por lo que si hablamos de habitabilidad, las primeras civilizaciones dependían del entorno del ecosistema que las rodea, es decir, se asentaban cerca de fuentes de agua como ríos, lagunas, manantiales o pozos.
Las casas flotantes en las orillas de los ríos son un tipo constructivo de edificación basado en los mismos principios flotantes con los que se construyen los barcos.
La principal diferencia con estas es que una casa flotante necesita estar anclada y limitar su movilidad para evitar molestias a los inquilinos por el movimiento ondulante.
Isla Santay un espacio de conservación
Con 2215 hectáreas, la isla Santay está dominada por manglares y aves, pero un recurso importante y menos conocido es la vegetación nativa que crece dentro de la isla continental.
Varias especies de arbustos nativos de ecosistemas costeros secos y semisecos han sido registradas en esta zona y ya son muy escasos alrededor de la ciudad de Guayaquil.
En cuanto a las aves, se han registrado 107 especies, lo que da fe de su condición de santuario natural. Es por ello que Santay es reconocido como un humedal de importancia internacional o sitio Ramsar desde el año 2000.
Casa flotante un observatorio natural
El proyecto nació como la idea de un observatorio cultural, un espacio flotante de expresión artística, talleres de formación para niños y adultos, investigación ambiental y actividades de integración comunitaria.
El diseño busca revalorizar la técnica de construcción de las Casas Flotantes como una composición de patrimonio inmaterial del Ecuador, una plataforma flotante multifuncional capaz de conectar el interior con las galerías exteriores frente al río Guayas a través de puertas plegadizas, acomodando diversas actividades.
El proyecto es impulsado por entidades como Amigos de Santay, Organización Natura Futura y demás entidades como Young Living y la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).
Con la siguiente propuesta se considera que existe un espacio para albergar actividades referentes a hechos históricos, culturales, artísticos, literarios, educativos, pero también para rescatar las tradiciones costeñas y facilitar aún más las visitas de ciudadanos locales y extranjeros.
El observatorio de 56 metros cuadrados, que asemeja una casa balsa, es un nuevo espacio cultural y de investigación en la ciudad de Guayaquil para conocer más sobre la isla de Santay, su hábitat natural y la importancia del río Guayas.