Post Office - San Cristóbal Galápagos

Un correo postal escondido tras un ‘food and beer’

Me encuentro de vacaciones para cambiar de ambiente y escenarios en las islas Galápagos, específicamente en San Cristóbal. Esta es una isla que siempre visitaba de pequeño y a la que encontraba como un lugar demasiado tranquilo, pero ahora descubro que en los últimos años ha cambiado. Podría decir a ojos cerrados que ha crecido un 20% en temas de turismo y áreas para turistas.

Un pequeño y acogedor bar restaurante

Recorriendo su malecón encontré un pequeño y acogedor bar restaurante o talvéz debería llamarlo oficina de correo postal: Post Office ofrece una experiencia para los turistas muy divertida, tal como me lo dijo el propio administrador Gino Sorrentino:

«Post Office nace con la idea de crear una experiencia no solo gastronómica sino que sea una marca que defina tu viaje a través de nuestras postales y nuestro servicio de correo postal»

Post Office, San Cristóbal, Galápgos

Un concepto diferente

Durante mi vista pude comprobar que se transmite muy bien la idea del concepto creado, que consiste en beber o consumir algo y en el precio final te ofrecen la posibilidad de enviar a cualquier parte del mundo, una carta o postal de Post Office. Es decir que desde este lugar puedes compartir con familiares o amigos la experiencia al mismo momento que la estás disfrutando. El ambiente, la atención y el ambiente natural privilegiado que rodean al lugar serán tu mejor fuente de inspiración para enviar tu mensaje.

Tuve la oportunidad de conversar con algunos de los meseros que trabajan ahí y Karen Gavilánez me explicó que para ellos «post Office es un lugar para mandarle un mensaje a un familiar querido, y poder contarle tus experiencias en estas hermosas islas pero también vivir la tranquilidad y la calma que este pedazo de paraíso tiene, ese aire de unión y calidez de la islas».

Postales de Post Office en San Cristóbal Galápagos.

Un variado menú de mariscos locales y carnes

La carta de Post Office incluye paltos de cocina local, con una variada oferta de pescados, mariscos, carnes y bebidas en diferentes presentaciones y preparaciones. Se puede incluso encontrar langosta local durante la temporada de éstas.

Pude experimentar en primera persona esta interesante actividad, mientras disfrutaba de lo que tanto me habían hablado: un lugar para relajarse, contemplar y saborear.

Creo sin temor a equivocarme que estas ideas de negocios que parecen tan básicas, agregan mucho valor al destino y ofrecen a los turistas opciones de ocio diferentes para que además puedan enviar un recuerdos a familiares y amigos durante su visita desde las «islas encantadas Galápagos».

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