El presidente del Comité Olímpico Japonés, Tsunekazu Takeda, durante una entrevista con la AFP, el 19 de enero de 2018 en Tokio
A 18 meses de los Juegos de Tokio, la justicia francesa pone contra las cuerdas a la organización del gran acontecimiento deportivo al decidir imputar al hombre clave de la candidatura japonesa, Tsunekazu Takeda, por sospechas de corrupción en la atribución de esta edición olímpica de 2020.
Takeda, de 71 años y presidente del comité olímpico japonés, fue acusado el 10 de diciembre por un juez parisino que desde hace tres años busca aclarar un pago sospechoso de 2 millones de euros realizado durante la campaña de la candidatura japonesa que terminó derrotando en 2013, a Madrid y Estambul.
En septiembre de 2013, en Buenos Aires, Tokio ganó la votación por los Juegos 2020 a Estambul por 60 votos contra 36. La información de la imputación la ofreció este viernes el diario Le Monde y la confirmó una fuente judicial.
El dirigente japonés, también miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), es sospechosos de haber autorizado dos pagos -por un total de 1,8 millones de euros- en 2013 destinados a la sociedad Black Tidings, vinculada a Papa Massata Diack, personaje central en varios casos de corrupción en la cúpula del deporte mundial.
Tras la publicación en prensa de su imputación, la comisión de ética del COI anunció que se reunirá «durante el día» para tratarla.
«La comisión de ética abrió un procedimiento y continuará siguiendo la situación», indicó en un comunicado la instancia. El COI recuerda que es «parte civil» en esta investigación y que tiene «relaciones estrechas» con las autoridades judiciales francesas.
-‘Cooperar’ con los investigadores –
Takeda envió este viernes un comunicado a la AFP rechazando cualquier «malversación» y asegurando querer «cooperar» con los investigadores para terminar con cualquier duda.
Actual vicepresidente del comité de organización de los Juegos Olímpicos de 2020, ya había sido interrogado a principios de 2017 por magistrados de Tokio, a solicitud de la justicia francesa.
Los pagos sospechosos se realizaron en julio y octubre de 2013, en Singapur, bajo la etiqueta de «Tokyo 2020 Olympic Game Bid», procedentes de una cuenta bancaria japonesa.
La competencia de la justicia francesa en esta caso se explica porque los fondos podrían haber sido blanqueados en el país. Tras la revelación de estas acusaciones en 2016, el comité olímpico japonés había designado un panel de tres juristas, que exculpó en septiembre de ese año al comité de campaña, aunque no pudo llevar a cabo investigaciones muy profundas.
Para las instancias olímpicas niponas la suma sospechosa correspondía a «remuneraciones legítimas» de un asesor, y nadie sabía que Black Tidings, con sede en Singapur, estaba vinculado a Papa Massata Diack, conocido como ‘PMD’.
– Informes de ‘Lobbying’ –
Según Le Monde Takeda justificó en febrero de 2017 que estas cantidades pagaban informes de consejo en ‘lobbying’, un argumento puesto en entredicho por los investigadores.
Papa Massata Diack, antiguo y poderoso asesor en marketing de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), presidida de 1999 a 2015 por su padre Lamine Diack -influyente miembro del COI-, es sospechoso de haberse embolsado varios millones de euros en sobornos a través de contratos de patrocinio o para favorecer las candidaturas de Río y de Tokio en los Juegos Olímpicos de 2016 y 2020.
En la prensa siempre se ha defendido pero, refugiado en Senegal, nunca ha sido interrogado por la justicia francesa, que ejecutó un mandato de arresto internacional contra él, mientras que padre está acusado de corrupción y no puede abandonar el territorio francés.
Según la investigación, ‘PMD’ recibió en 2013 varios pagos de fondos en Asia, principalmente de un representante de Black Tidigns, Tan Ton Hang, que fueron retirados en París. En la capital francesa compró por 131.400 euros relojes y artículos de lujo.
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