El diseñador estadounidense Tom Ford exhibió en la noche del miércoles una colección muy elegante en el inicio de la semana de la moda de Nueva York, a la que faltarán varias figuras principales.
El principal ausente será Raf Simons, quien había dado legitimidad al evento al tomar la iniciativa de Calvin Klein de encadenar desfiles llenos de garbo.
Pero menos de dos años después de su primera colección, el diseñador belga abandonó el barco tras la decepción de sus propietarios por las ventas de la marca, que se reposicionó hacia el pret a porter de alta gama.
Tampoco estarán Victoria Beckham, Monse, Rodarte y Rihanna, que se suman a las bajas de los últimos dos años, como Tommy Hilfiger, Zac Posen, Alexander Wang, Thom Browne y Joseph Altuzarra.
Incluso los prometedores y jóvenes talentos del «streetwaer», desde la marca Off-White de Virgil Abloh a Public School, pasando por Hood By Air, tomaron la tangente, al igual que Pyer Moss, que había sido una de las grandes sensaciones de las dos últimas Fashion Weeks.
Aunque algunos referentes, como Tom Ford y Marc Jacobs, mantuvieron sus respectivos hábitos de abrir y cerrar la semana.
Tom Ford se basó en la colección de otoño/invierno que en el ’96 había realizado para Gucci y que, según él mismo ha dicho, lo consagró como diseñador de primer orden.
Vestidos fluidos y con la espalda descubierta evocaron los diseños exhibidos en Milán por el creador texano. También el tailleur pantalón rojo que lució la modelo Gigi Hadid pareció una réplica del presentado hace 23 años.
La Fashion Week, que cierra el próximo miércoles, prosigue el jueves con Ralph Lauren.
«Lamentablemente, la Fashion Week de Nueva York se ha convertido en un peldaño camino a París. Hay que estar en París para ser tomado seriamente como diseñador», dijo Eugene Rabkin, editor de la revista Style Zeitgeis, quien agregó que «durante mucho tiempo, la NYFW ha sido más sobre negocios que sobre creación».
por Thomas URBAIN
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