El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, postuló el miércoles para conducir el Banco Mundial (BM) a David Malpass, un fuerte crítico de esa entidad que es una principales fuentes de financiamiento al desarrollo.
Malpass, un alto funcionario del Departamento del Tesoro, es una opción controversial, pero si Trump logra el apoyo de la mayoría de los accionistas del BM tendría la oportunidad de introducir reformas en la entidad.
Trump describió a Malpass como «un hombre extraordinario», que es la «persona correcta» para el cargo que quedó vacante desde el 1° de febrero tras la inesperada renuncia de Jim Yong Kim.
«Estados Unidos es el mayor contribuyente al Banco Mundial», dijo Trump. «Mi administración ha hecho prioridad de que cada dólar de los contribuyentes de Estados Unidos sea gastado efectiva y sabiamente», afirmó.
Trump y su equipo han atacado reiteradamente a las instituciones multilaterales y Malpass ha sido la punta de lanza en las cargas contra el Banco Mundial y su institución hermana, el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De 62 años, Malpass ha calificado de «corruptas» a las políticas de préstamos de ambas instituciones y se quejó del financiamiento que reciben China y otras naciones relativamente ricas.
En su testimonio ante el Congreso en 2017, Malpass había expresado que instituciones como el BM «gastan mucho dinero», pero «no son muy eficientes». «Con frecuencia -agregó entonces- son corruptas en sus prácticas crediticias y no llegan a beneficiar a las personas reales en los países».
– Tiempo de reformas –
Hablando en la Casa Blanca, Malpass dijo que buscará implementar reformas en el BM que fueron aprobadas el año pasado tras negociaciones para incrementar en 13.000 millones de dólares el capital de préstamos de le entidad. El objetivo es que países como China reciban menos préstamos y más caros.
«Soy muy optimista en poder alcanzar grandes avances para generar crecimiento que nos permita combatir la extrema pobreza y aumentar las oportunidades económicas en el mundo en desarrollo», dijo Malpass.
El candidato consideró «un gran honor» la oportunidad de dirigir el organismo, y continuar los esfuerzos para la integrar a las mujeres en la economía y reducir la pobreza.
Un alto funcionario estadounidense dijo a periodistas que Malpass y el gobierno de Trump apoyan a esos organismos multilaterales en tanto cumplan eficientemente sus misiones. No obstante, agregó que «a veces se requiere una reforma», misión que comandaría Malpass si llegara a presidir el Banco Mundial.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, postuló el miércoles para conducir el Banco Mundial (BM) a David Malpass, un fuerte crítico de esa entidad que es una de las principales fuentes de financiamiento al desarrollo.
Un funcionario describió a Malpass como «un guerrero feliz» y un «campeón de las políticas pro-crecimiento», que busca «llevar crecimiento económico a países de bajos ingresos».
No obstante confirmaron que Malpass, que es uno de los funcionarios que negocia la normalización del comercio EEUU-China, abogará por reducir los préstamos a Pekín por considerar que el gigante asiático dispone de buenas fuentes de recursos y financiamiento.
– ¿Apoyo europeo? –
La sorpresiva partida del presidente del BM Jim Yong Kim cuando ni siquiera había cumplido la mitad de su segundo mandato de cinco años, le da a Trump la oportunidad de imponer su sello en la entidad.
Las nominaciones comenzarán a ser recibidas el jueves y hasta el 14 de marzo. El objetivo es que el nuevo presidente sea electo antes de las reuniones de abril del FMI y el BM.
Cualquiera de los 189 países miembros del BM puede postular un candidato.
El BM, que tiene sede en Washington, siempre fue presidido por un estadounidense desde su fundación tras la Segunda Guerra Mundial. En contrapartida, el FMI estuvo desde siempre bajo liderazgo europeo.
En años recientes, numerosos países considerados economías emergentes se han alzado contra esa norma no escrita y exigen un proceso de selección más abierto y basado en los méritos del candidato.
Expertos creen improbable que estos países puedan sumar fuerzas para derrotar al candidato de Estados Unidos. No obstante, puedan alzarse enérgicamente contra Malpass, que es un estridente crítico del FMI y del BM.
Muchos, incluyendo estadounidenses de los dos partidos, critican a Malpass y sus credenciales. Señalan que no previó la crisis financiera mundial y expresó reparos, que luego resultaron infundados, a la política adoptada por la Reserva Federal para sacar a Estados Unidos de la recesión de 2008-2009.
«David Malpass sería un presidente del Banco Mundial desastroso. Es una opción tóxica», dijo el exsecretario asistente del Tesoro Tony Fratto.
Justin Sandefut, miembro del instituto Center for Global Development, dijo que Malpass «incurrió en malas prácticas en muchos asuntos; desde desdeñar los primeros indicios de la crisis global de 2008 hasta considerar la idea de abolir al FMI».
Estados Unidos es el mayor accionista del BM pero no tiene poder de veto y en consecuencia necesita el apoyo otros países, especialmente de los europeos, para obtener mayoría en la dirección del organismo.
Funcionarios estadounidenses dijeron que el secretario del Tesoro Steven Mnuchin ya salió en busca de apoyos a Malpass y el propio Malpass viajará a reunirse con varios gobiernos para escuchar qué quieren del BM.
© Agence France-Presse