El dolor lumbar, es un padecimiento desencadenado por factores Biológicos, psicológicos y sociales que afecta a personas de todas las edades en el mundo y que tratarlo sigue siendo un desafío.
Todos en algún momento de la vida hemos presentado Un episodio de dolor lumbar, hay quienes se recuperan como hay quienes se acostumbran de manera interrumpida al dolor fluctuante o persistente de baja o mediana intensidad incluso con periodos de exacerbación, el cual sigue considerándose como dolor, tensión muscular, sensación de rigidez abajo de la región costal y por encima del pliegue de los glúteos con o sin ciática (dolor que baja por la pierna desde la parte inferior de la espalda).
Cuando el dolor persiste constante por mas de TRES MESES debe considerarse como dolor crónico que puede estar asociado a discapacidad funcional e incapacidad laboral y puede afectar la calidad de vida junto a sentimientos de depresión y ansiedad e incluso pérdida de la productividad.
Se han sugerido factores Físicos de riesgo (como estar de Pie durante mucho tiempo, posturas incómodas y levantar pesos pesados que no se eleven cerca del cuerpo), un estilo de vida poco saludable (como fumar y la obesidad), factores psicológicos (como la angustia y las expectativas de dolor), lesiones corporales. Aumentan el riesgo de episodios de dolor.
Durante años, el dolor de espalda se ha considerado consecuencia de un esfuerzo excesivo o trauma por actividades físicamente exigentes, como el manejo de materiales pesados que causan daño, degeneración de las vértebras, músculos de la columna vertebral causando alteraciones estructurales con cambios degenerativos de estas estructuras como las vértebras, discos intervertebrales o los mismos músculos de columna vertebral.
Además, la exposición a desencadenantes corporales no dolorosos (como fatiga) o desencadenantes cognitivos (como distraerse) han sido tan peligrosos como la exposición a desencadenantes físicos.
Varios estudios han evaluado la exposición a factores de riesgo en los que la Insatisfacción Laboral y la angustia emocional predijeron las nuevas reclamaciones de dolor de espalda, entre otros y una mínima parte de fracturas traumáticas u osteoporóticas como también afecciones por neoplasia, infección y artritis inflamatoria que afectan directamente las estructura de la columna vertebral.
El dolor también se puede referir a la parte lumbar por afecciones viscerales, incluidas las enfermedades de órganos pélvicos, como la prostatitis, la endometriosis, la enfermedad renal (como los cálculos renales), la enfermedad gastrointestinal y el aneurisma aórtico entre otras.
Sin embargo, la mayoría de las estructuras de la región lumbar pueden contribuir al dolor lumbar como alteraciones bioquímicas (por ejemplo, a través de la inflamación) o daño por degeneración o trauma que atacan directamente las protuberancias del núcleo pulposo del disco intervertebral a través de la placa terminal hacia el cuerpo vertebral, articulaciones facetarias, músculos de la columna vertebral y nervios. Que deben ser detectadas mediante MRI (imagen de resonancia magnética) y aun sus hallazgos podrían ser insuficientes y no menos importante el examen físico e interrogatorio del medico para determinar por ejemplo el nivel segmentario involucrado en el caso de afección nerviosa que pueden estar afectadas por isquemia o inflamación dentro del nervio. Fenómenos complejos que requieren manejo medico para el diagnostico y tratamiento. E identificar patología espinal o visceral a tener en cuenta signos de alarma como “perdida de peso inexplicable”, “dolor torácico” y casos de cáncer; síntomas psiquiátricos (cognitivas emocionales y de comportamiento); relacionadas con el trabajo y con el sistema, Síndrome de Cauda equina (compresión de raíz nerviosa que causa perdida motora y sensorial) e infección (absceso epidural), fracturas, espondiloartritis, estas requieren manejo con el Reumatólogo.
También Mecanismos cerebrales están relacionados con dolor de espalda agudo y crónico por la conectividad funcional del cerebro por cambios entre la corteza prefrontal y las regiones del sistema límbico y alteraciones en el procesamiento cognitivo-afectivo, es decir el dolor es un estado motivacional que inicia conductas defensivas tempranas y de recuperación tardía. Y en donde es importante evitar o reducir el dolor mediante terapia cognitivo-conductual, donde la persona aprende que es diferente de lo esperado; aprendizaje con el que crea predicciones más precisas al dolor y un modelo generativo mas valido del cuerpo.
Estudios documentan que estrategias comunes como Plantillas de zapatos, respaldos y la educación para evitar lesiones de espalda NO son suficientes. La única intervención efectiva es el EJERCICIO + EDUCACIÓN, dado a que con el ejercicio se mejora la capacidad aeróbica, la fuerza, la flexibilidad, la habilidad o la coordinación. Y mejora la tolerancia de stress en la columna. Pero requiere compromiso. Además de Manejo medico escalonado es decir evitar un tratamiento innecesario o excesivamente complicado donde las personas de alto riesgo reciben un tratamiento especifico para prevenir el desarrollo de dolor crónico y las personas de bajo riesgo reciban Terapia Física (fortalecimiento, estiramiento cardiovasculares y de coordinación) antes de un tratamiento Farmacológico. En este programa también se incluyen ejercicios como La Yoga, el tai chi, el ejercicio de control motor, la actividad gradual, Pilates.
El ejercicio solo esta contraindicado en pacientes con dolor lumbar por patología grave como tampoco se recomienda la electroterapia, la tracción manual y los cinturones, corsés u ortesis para los pies.
El tratamiento Farmacológico se reserva a manejo y criterio medico en este enfoque estudios recientes de la OMS indican que algunos medicamentos no son efectivos para el dolor lumbar (como el paracetamol) y otros se reservan a dolor crónico.
La Calidad de Vida es Vital ya que la preocupación y los miedos impacta en el desarrollo del dolor que es impredecible para el Yo, el bienestar y el futuro.