El proyecto de presupuesto de Estados Unidos para el año fiscal 2020, que comienza el 1 de octubre de 2019, se basa en previsiones de crecimiento optimistas, en contraste con lo anticipado por los economistas, que prevén una ralentización de la expansión.
La Casa Blanca, que presentó este lunes las directrices de su plan presupuestario, anticipa un crecimiento económico del 3,2 en 2019 y del 3,1% en 2020, tras el 2,9% registrado en 2018.
La Reserva Federal vaticina, sin embargo, un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,3% este año.
El proyecto de presupuesto es un documento para negociar con el Congreso que tiene pocas probabilidades de ser adoptado tal y como se presenta.
Es la primera vez en la historia que un plan propuesto por un presidente estadounidense incluye tantas reducciones de gastos, afirmó un alto funcionario de la administración de Donald Trump.
Esa hoja de ruta presupuesta prevé disminuir en un 5% los gastos interiores no militares, incluidas algunas partidas sociales, y asigna más fondos para la defensa y la financiación del tramo de muro que Trump quiere levantar en la frontera con México para luchar contra la inmigración ilegal.
«Por supuesto, tendremos 8.600 millones de dólares para la construcción del muro», indicó el funcionario del gobierno.
Trump quiere reasignar 5.000 millones de dólares del presupuesto de la secretaría de Seguridad Interior y 3.600 millones de los fondos del Pentágono para llevar a cabo esa obra.
El proyecto de presupuesto 2020 estima un gasto público de 4,7 billones de dólares y unos ingresos de 3,6 billones. De aprobarse ese plan, el déficit público superará por tanto el billón de dólares anuales en los tres próximos años.
El aumento de ese déficit, que ya alcanzó los 779.000 millones de dólares en 2018, no es el resultado de la política económica del gobierno, aseguró sin embargo el funcionario de la administración.
Según él, las decisiones económicas del presidente Trump, como las importantes reducciones de impuestos que aplicó, provocarán un incremento de los ingresos en la próxima década. El plan presupuestario prevé un regreso al equilibrio presupuestario en un plazo de 15 años.
Para John Yarmuth, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, «el presupuesto del presidente Trump expone una vez más una visión irresponsable y cínica» de Estados Unidos «sin tomar en cuenta su coste humano».
El jefe de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, consideró por su parte que esa propuesta de presupuesto era «un puñetazo contra la clase media estadounidense y una ayuda para el reducido grupo de los más ricos (…) que agravará la desigualdad».
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