Los venezolanos volvían este jueves a sus trabajos con dificultades para tomar transporte público y retirar dinero en los bancos, después de que el gobierno ordenará reanudar las actividades laborales tras el apagón que colapsó el país.
Una góndola de un vagón de un funicular deja una estación capitalina luego de la restauración del suministro eléctrico en Caracas, Venezuela, el 14 de marzo de 2019
«Ya hoy comenzamos a trabajar con normalidad», contó a la AFP Maily Torres, de 32 años, administradora de un establecimiento de artículos de limpieza en el bulevar de Sabana Grande, movida zona comercial de Caracas. Muchos comercios alrededor, sin embargo, permanecían cerrados.
«La venta ha estado flojita. Es normal después de una crisis de esta magnitud, porque la gente no va a comprar zapatos cuando lo que está buscando es agua y comida», dijo por su parte Carlos Zúñiga, encargado de una tienda de calzado.
Maily se echó «una escapadita» para retirar efectivo, cuya escasez crónica se agravó con el corte eléctrico del 7 de marzo, que recién empezó a solucionarse el lunes.
Las colas frente a los bancos se repetían en distintos puntos de la capital y su periferia, donde viven 6 de los 30 millones de habitantes del país petrolero.
El apagón sorprendió a Maily cuando volvía a su casa en la barriada popular 23 de enero; allí, el servicio eléctrico comenzó a restablecerse el lunes pero aún no llega el agua, pues la falta de energía ha afectado el bombeo.
Gente espera en fila para abordar un autobús en Caracas, Venezuela, el 14 de marzo de 2019.
El metro de Caracas, que moviliza a unos dos millones de pasajeros diariamente, restableció su servicio, aunque mantenía un trecho cerrado en su principal línea. Habilitó autobuses para trasladar a sus usuarios desde las estaciones donde se interrumpe el recorrido.
«La cosa ha estado ruda. Ni agua, ni luz, y ahora nos salen estas colas», dijo a la AFP el empleado hotelero Eriberto Urbina, vestido con traje y corbata, mientras hacía una extensa fila para tomar uno de esos buses.
Ya tiene restablecidos los servicios básicos en casa, pero ir al trabajo fue un suplicio. Salió temprano y dos horas después, aún hacía malabares para llegar.
El gobierno de Nicolás Maduro ha celebrado como «una victoria» la recuperación de la luz, pues denunció que el apagón se debió a «ataques cibernéticos» y «electromagnéticos» de Estados Unidos.
«Hay un sentimiento de placer (en la gente), de satisfacción», comentó Maduro en un mensaje telefónico difundido por la televisora oficial.
Expertos responsabilizan al gobierno socialista de la falta de inversión y mantenimiento de la infraestructura, y de la corrupción en el sector eléctrico.
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