Las autoridades canadienses son una de las pocas naciones en el mundo que no controla la salida de las personas que llegan al país, pero esta situación cambiará a partir del presente año debido a que en el otoño entrará en vigor una nueva legislación propuesta por el Ministerio del cual depende la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA, por sus siglas en ingles), que introducirá importantes cambios a las leyes de aduanas e inmigración.
Actualmente, a una persona que llega como visitante y a la cual le otorgan un permiso de estadía de tres o seis meses (dependiendo de la decisión del oficial de inmigración) solamente se le chequea la entrada y ello significa que si dicha persona decide no irse de Canadá cuando se le termina el permiso, el gobierno canadiense no tiene la más mínima idea de que esa persona se ha quedado en el país sin extender su visa.
Esta medida hace parte de la segunda etapa de unos acuerdos entre los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, y cuya etapa inicial viene siendo implementada entre los dos gobiernos en el cual comparten información de las personas que están entrando a ambos países.
Lo que pretende esta nueva medida, es mantener un récord de todas las personas que estén saliendo de Canadá, lo que le permitirá al gobierno federal establecer con exactitud cuando y por donde entra una persona y cuando y por donde sale del país.
Ello implica también, que el gobierno podrá prevenir la salida de niños que pueden estar siendo secuestrados por alguno de sus padres o por un desconocido, y de igual manera tener control sobre las personas que están recibiendo ayuda de programas sociales puesto que dichas ayudas se le da a quienes se encuentren dentro de Canadá.