por Ariela NAVARRO
Si se desata una guerra comercial entre Estados Unidos y China las economías de ambos países sufrirán, pero ello podría beneficiar secundariamente a países como México y Canadá, estimó el miércoles el Fondo Monetario Internacional.
Las dos principales economías del mundo serían las mayores perdedoras si entran en una guerra comercial que resulte en un alza del 25% de los aranceles, dijo el FMI en un informe publicado en vísperas de su Reunión de Primavera (boreal) que se celebra la próxima semana en Washington.
El comercio bilateral podría caer hasta un 30% en el corto plazo en ese escenario y ese bache podría ahondar hasta 70% en un futuro, lo que lastraría significativamente las economías de ambos países
El comercio bilateral podría caer hasta un 30% en el corto plazo en ese escenario y ese bache podría ahondarse hasta 70% en un futuro, lo que lastraría significativamente las economías de ambos países.
La reunión se celebra justo en momentos en que China y Estados Unidos están en plenas negociaciones para resolver un enfrentamiento comercial que se extiende ya desde hace ocho meses.
Ambos países se han infligido recíprocamente aranceles a bienes que totalizan unos 360.000 millones de dólares.
Empero, el mes pasado el presidente estadounidense Donald Trump dijo que ante los avances en las negociaciones, decidió aplazar sus planes de aumentar los aranceles a bienes chinos por un equivalente a 200.000 millones de dólares.
Las pérdidas anuales para el PIB de cada país rondarían un nivel de entre 0,3 y 0,6% para Estados Unidos y entre 0,5 y 1,5% para China.
«El efecto para China suele ser mayor en todos los modelos ya que las exportaciones hacia Estados Unidos representan una mayor proporción de la economía china, que viceversa», advirtió el informe.
– Beneficios secundarios –
Según los modelos planteados por el FMI, Canadá y México podrían beneficiarse secundariamente, ya que exportarían más hacia Estados Unidos ocupando el espacio dejado por China.
Uno de los cálculos hechos por los expertos planteó que este cambio en los patrones podría llevar a una situación en la que si bien el déficit comercial de Estados Unidos con China se reduciría, no habría un «cambio económico significativo» en las balanzas comerciales de cada país.
Otra proyección estadística planteó que China podría dejar de ser el primer exportador de electrónica y de maquinaria hacia Estados Unidos, cediendo espacio a Canadá, México y a otros países asiáticos.
«Estas redistribuciones sectoriales van a conllevar importantes pérdidas de empleos en sectores específicos», señaló el Fondo.
El martes, la Organización Mundial de Comercio (OMC) llamó a resolver de manera urgente las tensiones comerciales y recortó sus previsiones de crecimiento del comercio mundial para 2019.
Según los economistas de la OMC, el crecimiento del volumen de intercambio de mercancías debería caer a 2,6% en 2019, frente a 3,0% en 2018.
Estas cifras son inferiores a las previsiones de la OMC de septiembre pasado, cuando apostaban por un crecimiento de 3,7% en 2019 y de 3,9% en 2018.
La OMC no logra cuantificar los efectos de las tensiones comerciales sobre los intercambios pero la organización considera que se trata del «principal riesgo».
«Si las tensiones comerciales continúan aumentando, podría haber un efecto de estancamiento todavía más importante para la economía», dijo el director de la OMC, Roberto Azevedo, en una rueda de prensa.
Por su parte, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, exhortó a terminar con las barreras aduaneras que «deterioran fuertemente la inversión y el empleo».
© Agence France-Presse