El asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, llamó este martes al ministro de Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino y a otros dos altos funcionarios a abandonar al mandatario Nicolás Maduro advirtiéndoles que esta es «la última oportunidad».
Bolton habló en un momento en que un grupo de militares se alzó contra el gobierno de Nicolás Maduro tras lo cual estallaron protestas en Venezuela apoyando al líder opositor Juan Guaidó, que se proclamó presidente interino en enero y cuenta con el apoyo de Estados Unidos y de más de 50 países.
«Queremos ver al ministro Padrino, al juez de la Corte Suprema (Maikel) Moreno y a Rafael Hérnandez Dala fuera de la Guardia Presidencial», dijo Bolton a la prensa en una rueda de prensa en la que aseguró que estos tres altos cargos se habían comprometido a apoyar la salida de Maduro.
«Como sabe la oposición en toda Venezuela, ellos se comprometieron a apoyar el derrocamiento de Maduro», dijo Bolton.
El ministro de Defensa, el presidente del Tribunal Supremo y el comandante de la Guardia Presidencial son percibidos como cuadros muy leales a Maduro.
Bolton repitió su mensaje en un tuít: «Su momento es ahora. Esta es su última oportunidad. Acepten la amnistía del presidente interino Guaidó, protejan la Constitución y echen a Maduro, y los sacaremos de la lista de las sanciones».
«Si se quedan con Maduro, se van a hundir con el barco», advirtió.
– Trump amenaza a Cuba –
Maduro, en su única reacción de la jornada, dijo en Twitter que había hablado con los comandantes de las distintas ramas y que éstos habían habían manifestado su «total lealtad al pueblo, a la Constitución y a la patria».
Mientras que Padrino reiteró su lealtad a Maduro y responsabilizó a la oposición de un eventual «derramamiento de sangre».
Pese a que se sabía que Guaidó había emprendido contactos con los militares, esta parece ser la primera vez que Padrino y otros cargos de alto nivel son identificados como sus interlocutores.
Bolton atribuyó la falta de un compromiso hasta ahora al miedo a los agentes cubanos que están trabajando en las fuerzas militares y las fuerzas de seguridad.
Trump se refirió a esto amenazando a Cuba con un embargo total, si no cesa su apoyo a Venezuela.
Bolton dijo que la situación en Venezuela «no es un golpe de Estado» ya que Washington considera a Guaidó como presidente interino.
Por su parte, el representante especial de Estados Unidos para la crisis en Venezuela, Elliott Abrams, dijo que en los últimos meses había habido conversaciones «interesantes» que implican a los tres funcionarios citados.
«Ellos negociaron durante largo tiempo sobre las formas de restaurar la democracia. Pero parece que hoy no están avanzando hacia los compromisos que hicieron», dijo el diplomático.
Abrams señaló que Estados Unidos fue informado, pero que no negoció directamente.
El emisario para la crisis en Venezuela también resaltó el hecho de que Maduro no ha sido visto en actos públicos durante la agitada jornada.
«Normalmente uno lo interpretaría como un signo de que no está seguro del apoyo que tiene», indicó Abrams, que calificó la situación en Venezuela como «confusa».
En un momento en el que todavía reina la incertidumbre sobre qué pasa realmente en el terreno, Washington lanzó un llamado a Rusia a mantenerse alejado de Venezuela.
«Los rusos han estado jugando un rol que ayuda muy poco. Sí ayudarían que hicieran un llamado a la no violencia», dijo Abrams.
Al cerrar su comparecencia en los medios, Bolton reiteró el mantra que ha repetido Estados Unidos en los últimos meses: «Todas las opciones están sobre la mesa».
© Agence France-Presse