por Esteban ROJAS
Uniformado y con un fusil, uno de los militares sublevados contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela justificó este martes el alzamiento en respaldo del líder opositor Juan Guaidó: «Somos pueblo».
«Nosotros también somos pueblo y ya estamos cansados de esta dictadura (…). Tenemos familiares. Sabemos lo que están sufriendo», dijo a la AFP uno de los alzados junto a una decena de compañeros.
Los insurrectos estaban rodeados por miles de manifestantes que llegaban en su apoyo a la base aérea de La Carlota, en Caracas, donde en la madrugada Guaidó divulgó videos en redes sociales en los que aseguró contar con respaldo de «valientes soldados» y llamó a protestar en las calles para exigir la salida del poder de Maduro.
Militares venezolanos sublevados disparan para alejar a los fieles al presidente Nicolás Maduro, el 30 de abril de 2019 en Caraca
Un aluvión de gases lacrimógenos fue lanzado desde el interior de la instalación por militares de la Guardia Nacional leales al mandatario socialista.
De piel morena, vestido con el uniforme de la Guardia Nacional, el militar sublevado dialogó brevemente con la AFP antes de que un oficial superior le pidiera terminar la conversación. Solicitó mantener su nombre en reserva.
Muchos manifestantes, en los momentos en los que bajaban las tensiones, se detenían para abrazar a los alzados.
«¡Venezuela libre!», «¡Libertad!, eran algunas de las consignas que gritaban.
Grupos de encapuchados llegaron -pese a los gases- a metros de las rejas perimetrales de la base, en la neurálgica autopista Francisco Fajardo, y lanzaron piedras y cócteles molotov en respuesta a los intentos de replegarlos.
Algunos lograron ingresar al destacamento por un boquete abierto en el cerco, pero apenas pudieron avanzar, pues inmediatamente fueron repelidos.
Vehículos blindados y motocicletas respaldaban el despliegue oficialista. En los disturbios una tanqueta arrolló a un grupo de opositores, según imágenes televisivas.
El gobierno, que denunció que un militar fue herido de bala, minimiza sin embargo el alzamiento y llamó a sus partidarios a concentrarse en el palacio presidencial de Miraflores, en el centro de Caracas.
El dirigente chavista Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Constituyente que rige en el país, aseguró que la rebelión solo moviliza a «una pequeñísima fracción» de la Fuerza Armada y el servicio de inteligencia.
– «Ellos tienen las armas» –
«Necesitamos el apoyo de los militares. Nosotros no tenemos armas, ellos son los que tienen las armas y tienen que apoyarnos en el reclamo de nuestros derechos», dijo a la AFP Samuel Inostroza, de 24 años.
Inostroza, con una bandera de Venezuela entre las manos, espera que sea «el momento» tras «años luchando», a la vez que relata que estuvo dos días detenido por haber participado en protestas convocadas en 2014 por Leopoldo
López, quien apareció con Guaidó indicando que había sido liberado de su prisión domiciliaria por militares.
«Rebelión», se leía en una inmensa pancarta que llevaba un grupo de manifestantes.
«Yo estoy aquí por mi familia, por mi país, porque estamos hartos de tantas dificultades. Trabajas y trabajas y no te alcanza la plata para nada», comentó Samira Cáceres, de 53 años.
Venezuela sufre una grave crisis económica, con una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para este año y una aguda escasez de medicinas y otros bienes básicos.
Los estragos de la crisis han golpeado a los familiares de Cáceres, que han perdido hasta ocho kilos por falta de dinero para comprar alimentos, asegura. «Da dolor verlos perdiendo peso», contó llorando.
«Es la oportunidad para tener un futuro», expresó Alejandro Domínguez, de 22 años, otro de los manifestantes.
Guaidó pidió salir a la «calle sin retorno» hasta deponer a Maduro.
© Agence France-Presse