por Daniel BOSQUE
Al acoger a Leopoldo López en la residencia de su embajador en Caracas, España se implica significativamente en la crisis venezolana y esto supondrá un nuevo foco de tensión en las espinosas relaciones entre Madrid y el chavismo, según analistas consultados por la AFP.
Liberado de su arresto domiciliario en el alzamiento del 30 de abril, el líder opositor está refugiado desde entonces con su familia en la residencia del embajador español en Caracas en calidad de «huésped» según insiste el gobierno español.
El líder opositor venezolano Leopoldo López habla con la prensa en la puerta de la residencia del embajador de España en Caracas, el 2 de mayo de 2019.
Después de la orden de detención lanzada el jueves por un tribunal de Caracas, Madrid se mostró firme: descartó en un comunicado entregar a López a las autoridades venezolanas y recordó la inviolabilidad de la residencia diplomática.
«Complica mucho las relaciones ya de por sí bastante difíciles entre gobierno español y el gobierno venezolano», asegura Ernesto Pascual, doctor en relaciones internacionales de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC).
«Además, se agravaría si Leopoldo López empieza a usarlo para tener reuniones y contactos desde allí», añade
Ficha del líder opositor venezolano Leopoldo López
Pascual, porque Caracas «acusaría a España de mantener un foco de insurgencia en la residencia del embajador».
El gobierno español reaccionó rápidamente en este sentido después de que López atendiera a la prensa el jueves desde la residencia del embajador y augurara «más movimientos en el sector militar» contra el régimen de Nicolás Maduro.
«España no va a permitir que su embajada se convierta en un centro de activismo político», dijo el ministro de Exteriores Josep Borrell durante una visita en el Líbano, anunciando que regularán los contactos del líder opositor.
– España, forzada a implicarse más –
La situación es «incómoda» para el gobierno del socialista Pedro Sánchez, asegura Anna Ayuso, experta en Latinoamérica del centro de estudio de asuntos internacionales CIDOB de Barcelona.
«Debe mantener una posición crítica con Maduro pero, viendo las debilidades que tiene la oposición, debe negociar con ambos», insiste.
Aunque desde su llegada al poder en junio intentó reconducir la relación con Caracas, muy conflictiva con su antecesor conservador Mariano Rajoy, en febrero reconoció a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
Para Pascual, de la UOC, esta crisis puede ser «una oportunidad» para Sánchez y su apuesta por reimpulsar la influencia española en la política latinoamericana.
«Debería ser la puerta para que España intentara retomar o, tomar por primera vez, una posición realmente a la cabeza para solucionar el problema», dice este experto.
Para Ayuso no es una oportunidad, dada la «caótica» situación venezolana, pero entiende que Madrid «no tiene más remedio que implicarse».
Hasta ahora, España había realizado sus esfuerzos principalmente a través de la Unión Europea y el Grupo de Contacto Internacional, formado por ocho países europeos y cinco latinoamericanos.
Allí defendía la celebración de nuevas elecciones presidenciales y defendía un proceso pacífico ante las expeditivas soluciones insinuadas desde Washington.
«Hasta ahora España no quería entrar en el plano bilateral (…) Al introducirse el factor López, España necesariamente debe tener esta posición bilateral», explica Ayuso.
– Repercusiones internas en España –
La crisis puede tener consecuencias internas para Sánchez después de su victoria en las legislativas del domingo y a escasas tres semanas de celebrarse elecciones municipales, regionales y europeas en el país.
Por un lado, la derecha «le exige que sea más duro con Maduro» y, por otro, la izquierda radical de Podemos, sus aliados más probables en esta legislatura, «le acusan de apoyar a los golpistas», dice Ayuso.
«Ya es costumbre desde hace años que se instrumentalice Venezuela en los temas internos de España», lamentaba a la radio pública RNE el embajador venezolano en Madrid, Mario Isea.
Dada la espinosa situación, tanto Ayuso como Pascual pronostican que Madrid y Caracas querrán resolver rápidamente el asunto.
El opositor Leopoldo López afirmó el jueves que el alzamiento militar del martes no fracasó, sino que inició el quiebre de la «dictadura». Más temprano el presidente Nicolás Maduro y la Fuerza Armada se declararon en ofensiva contra los «golpistas».
La prensa española especula con una posible negociación entre ambas partes para permitir que López viaje a España, donde ya reside actualmente su padre y otros opositores venezolanos como el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma.
«Maduro puede seguir una estrategia muy castrista: abrir puertas para que huyan opositores», opina Pascual.
«Tiene una ventaja, que descabeza la oposición interna, pero también la desventaja que forman un frente compacto como el bloque cubano de Miami o aquí podría crearse el bloque venezolano de Madrid», añade.
© Agence France-Presse